Carlos nació en el seno de una numerosa familia ñuñoína. Hijo de Mario Salcedo y Silvia Morales. Fue el menos de tres hermanos; los hermanos Rodrigo y Mariana eran dos y cuatro años mayores respectivamente. Tenían numerosos tíos y primos que vivieron en estrecha relación y con variados conflictos de familia.
Fue detenido a los 21 años cuando era estudiante de Sociología en la Universidad de Chile. Era militante del MIR. No hubo testigos de la detención y posterior desaparición.
En una actividad cultural desarrollada en el sitio histórico de Domingo Cañas por nuestro Colectivo, conocimos a parte de su familia: a su madre que está en muy malas condiciones de salud y con pérdida de memoria, y a varios primos. Uno de ellos, Andrés Perillán Salcedo, mostró mucha información sobre la vida de Carlos a pesar de ser 10 años menor, y gran interés por colaborar en el rescate de la biografía de Carlos porque tuvo con él una relación de vida muy cercana e intensa. A él le hicimos una entrevista que se desarrolló en un clima emotivo y al mismo tiempo cordial.
El primo Andrés nos dice en la entrevista:
“Bueno, yo tengo muy buenos recuerdos de Carlos Salcedo mi primo hermano, porque en los momentos más difíciles, cuando se separaron mis padres y cuando murió mi madre, yo sentí mucho apoyo de él. Yo viví con él desde niño. Cuando él desapareció yo tendría unos 11 años.
“Carlos era muy alegre y afectuoso. Muy positivo. Me daba apoyo moral para enfrentar la vida con calma, para aprender de la vida sin echarse a morir, como él me decía. Era muy educativo. Siempre trataba de enseñar las cosas, una vez incluso trató de explicarme qué era el imperialismo. Tenía un sentido de vida, me ayudaba guiándome”.
“Era muy consecuente con sus ideales. Como detenido desaparecido yo estoy seguro que enfrentó la muerte con mucha dignidad, con mucha valentía. En un tiempo lo vi vestido como haciendo el servicio militar, pero creo que no lo terminó, que se escapó. Fue a hacer el servicio porque como militante del MIR comprometido quería instruirse militarmente. Era bien rebelde… me acuerdo. De su trabajo dentro del partido no conozco detalles… sé que era mirista… y debe haber sido muy buen mirista por la forma de ser como persona, por sus convicciones, porque era valiente, muy responsable; se entregó a la causa… lo que hizo debe haberlo hecho muy bien. Además que él resistió en situaciones muy duras porque estaba afectado por un problema cutáneo que le provocaba hemorragias con facilidad, y sin embargo estuvo detenido en seis casas de tortura incluyendo Domingo Cañas. Debe haber sufrido muchísimo”.
“El día del golpe Carlos pasó a la clandestinidad. Mi abuelita le pasó un departamento que tenía en la Villa Portales para que viviera ahí. En la casa recuerdo que todos quemaban documentos, libros. No nos quedó nada de los libros de Carlos”.
“Toda la familia nuestra era de izquierda, pero con diferencias en el compromiso político. Por ejemplo el hermano de Carlos, Rodrigo, era del MAPU y discutían con violencia. La hermana mayor, Mariana, tenía afinidad política con Carlos y se casó con un mirista compañero de universidad de Rodrigo. Carlos desde muy joven comenzó la lucha por la justicia, por mejorar la sociedad y el papá de Carlos no estaba de acuerdo con su posición política pero lo ayudaba económicamente”.
“Carlos se casó dos años antes del golpe militar con Soledad Henríquez. Fueron una pareja que se avenía muy bien. Yo viví con ellos en la casa del tío Mario (papá de Carlos). Soledad estaba embarazada cuando desapareció Carlos; él no alcanzó a conocer a Cristóbal, su hijo. Soledad fue la que más se preocupó de buscar a Carlos; participó en la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Y luchó mucho buscándolo, al mismo tiempo que criaba a Cristóbal y lo llevaba a todas las diligencias con ella; él conoció toda la situación de su padre. Yo tuve una relación muy cercana con Soledad y Cristóbal hasta que ella murió en 1990 de cáncer. Yo seguí viviendo con Cristóbal un tiempo, apoyándolo, ayudándolo. El se formó con buena orientación; es profesor de música; participa en grupos musicales; tiene mucho talento; toca piano y guitarra. Se casó y tiene tres hijos”.
“A la muerte de Carlos todos mis primos se dispersaron, algunos se exiliaron, se fueron a distintos países porque también tenían un compromiso revolucionario. El hermano, Rodrigo, se fue a Francia. Mariana después de estar detenido un tiempo, se fue con su marido a EE.UU., pero ahora vive en Chile, sin que nos veamos mucho a pesar de que yo la aprecio mucho a ella”.
“La familia en general está más dispersa y con más problemas que los que teníamos antes”.
“En julio de 1975 el nombre de Carlos Salcedo Morales apareció en las falsas listas de los 119 publicadas en el diario argentino Lea y el brasileño O dia, que corresponderían a miristas muertos en el extranjero por sus propios compañeros de lucha por divergencias, mutuas recriminaciones y disputas por dinero”.
A esta gran mentira se le llamó Operación Colombo. En julio del 2005 se hizo un gran homenaje a estos compañeros. La silueta de Carlos fue llevada por nuestro Colectivo en la marcha que partió de Domingo Cañas para sumarse a otras columnas y llegar juntas al centro del homenaje en la Plaza de la Constitución.